Todo es en la medida que lo dejamos ser.

Entendí que la felicidad no llega, vos llegas a la felicidad. No te busca, vos la buscas. Entendí que lo que te hace feliz también duele, porque lo que te hace feliz es lo que hace que valga la pena del dolor. El mundo es injusto, pero nadie nunca nos dijo que tenía que ser justo. Entendí que voy a llorar muchas veces más de las que voy a reír, pero se que lo que siento riendo, no lo voy a sentir ni mil veces llorando. También pude entender que todos tenemos algo distinto. Entendí que en la vida pueden faltarme mil cosas, pero que las que a mí me sobran, a otro le va a faltar. Se que voy a querer aferrarme a mil cosas, y mil unas van a morir en el intento y así fue como entendí que nada es eterno.Entendí que voy a intentar diez cosas, y en nueve seguramente voy a fracasar, pero que puede ser que vea a alguien triunfar en las nueve que no pude lograr, y de todas formas voy a seguir. Y voy a saber que en la que yo triunfo, va a formar parte de las nueve que otro no pueda lograr. Me di cuenta de que voy a caerme con mil piedras distintas y que me va a doler, pero que sólo depende de mi seguir, y aprender a esquivar el dolor.Entendí que voy a querer a demasiada gente que nunca va a quererme y que tengo que aprender a valorar a la que sí. Entendí que quizás nunca sea privilegiada en algo, que quizás simplemente sea alguien normal, y va a ser todo igual, porque voy a seguir siendo especial . Pude entender que la realidad siempre va a ser un tiempo difícil para los soñadores, pero que dificil no es imposible al menos que no se lo intente, y que todo sueño puede pasar a ser una realidad. Entendí que siempre que esté allá, voy a querer estar acá pero que mi lugar va a ser dónde mi corazón esté. Entendí, que las palabras duelen en la medida en la que nos permitimos escucharlas. A causa de esto entendí que ser sordo, muchas veces es lo mejor.
Todo es en la medida que lo dejamos ser. En lo más chico, se encuentra lo más inmenso. Hay que mirarse en un espejo, y reflejar nuestra propia alma. Aceptarla y entender que si nunca logramos aceptar lo que somos, nadie va a hacerlo por nosotros.

No hay momento ni lugar en el que no encuentre algo para recordarte.